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Posts Tagged ‘superación del TOC’

Caso clínico TOC. Sobre mí misma.

En muchas ocasiones, pacientes que están o han estado en tratamiento con nosotros, se ofrecen a colaborar de forma desinteresada para ayudar a otras personas que puedan estar pasando por una situación similar. A veces vienen a una terapia de grupo para aportar sus vivencias, otras veces acuden a alguna sesión individual y también lo hacen a través de nuestro Blog, compartiendo con todos sus experiencias.
Desde aquí queremos dar a todos las gracias y publicar el caso de Azucena, una paciente que con su esfuerzo está a punto de conseguir la libertad que supone dejar atrás un trastorno psicológico, como es el trastorno obsesivo compulsivo.

Sobre mí misma…

Si me paro a pensarlo detenidamente, creo que hace ya mucho tiempo que sé que hay algo en mí diferente, que no funciona como en los demás.
Sé que soy una persona bastante inteligente y muy perfeccionista… y también insegura. Y sobre estos tres pilares he sustentado mi personalidad. Vista desde fuera, soy valorada como una buena persona, muy trabajadora y bastante maniática con el orden, la limpieza… pero hay algo más. Algo que sólo muestro a las personas más próximas de mi entorno (alguna amiga y, principalmente, a mi pareja).
Y es que cuando la limpieza y el orden se llevan al extremo, cuando algunos pensamientos sobre enfermedades “venideras” te invaden y literalmente crees que las sufres o cuando un día, de repente, comienzas a plantearte si la persona con la que compartes tu vida ya no es merecedora de tu confianza porque encuentras “pruebas evidentísimas” de que te es infiel, sabes que algo anda mal dentro de ti. Leer más…

Caso clínico de TOC-perfeccionismo: historia de mi superación

10/10/2013 12 comentarios

Hola mi nombre es irrelevante para lo que quiero contar ya que, la idea es que quien se reconozca en este problema lo solucione cuanto antes porque merece la pena.

Bueno, yo fui siempre un chico muy aplicado y simpático, es decir, un buen estudiante y con buenas relaciones sociales. Desde pequeño pensaba mucho en las cosas, les daba muchas vueltas, pero es que “era muy responsable”. Sin embargo poco a poco cualquier cosa empezaba a ser un mundo. Incluso ahora recuerdo que también repetía ciertos comportamientos como solución a ciertos pensamientos, esto es, compulsiones. Con el  tiempo estas compulsiones sólo fueron de pensamiento. De momento sólo se trataba de que no me encontraba bien, algo pasaba que no me dejaba vivir normalmente.

Seguí estudiando y fue en la universidad donde empecé a notar que ese pensamiento obsesivo por las cosas me empezaba a influir también en el resultado del trabajo. Lógicamente me pasaba más tiempo pensando, que haciendo y eso se empezaba a notar en el rendimiento, además de mi malestar continuo. Sin embargo todavía me valía ampliando el tiempo que dedicaba a las cosas. Normalmente un pensamiento me venía a la cabeza y se convertía en un mundo. No había otra cosa y nada era tan importante. Los pensamientos eran muy variados, cambiaban. Las decisiones también me costaban mucho: todo tenía pros y contras… Las relaciones sociales también se vieron muy mermadas. Cada vez me relacionaba peor con las personas y me costaba mucho. Analizaba todo lo que decía y lo que podrían pensar los demás. Tenía cada vez la autoestima más baja. Bueno, se trata de, para mi, síntomas de lo mismo y cada vez los síntomas más profundos. Leer más…

TOC, fobia social y depresión: yo lo superé

17/05/2012 201 comentarios

Hola, soy Gerardo Baena y os voy a relatar en unas líneas los largos años de sufrimiento que pasé a causa las enfermedades mentales.

En mi caso, mis primeros recuerdos los tengo en la infancia, a partir de los 8 años sentía una extrema sensibilidad  a algunos estímulos y situaciones en las  que me sentía fuertemente impactado y sobrecogido, eran momentos de la vida cotidiana pero que a mi no me dejaban indiferente, y a los que no les daba más importancia porque pensaba que a los demás les debía ocurrir igual que a mi.

En la pre-adolescencia, sobre los 13 años y más adelante en la adolescencia 16, 17 años, esta situación se fue agrandando hasta tal punto de estar sufriendo continuamente, las 24 horas. Estar en contacto con otras personas, aunque fueran de mi misma edad me generaba cierta angustia y malestar, aunque no siempre era así, con mis amigos más allegados estaba mucho mejor pero cuando iba al colegio y posteriormente al instituto me costaba entablar conversación con personas nuevas y especialmente si eran mujeres. En las clases al no poderme concentrar, se generaban en mi fuertes emociones de odio y desprecio hacia mi mismo. En mi cabeza se generaban infinidad de pensamientos y cavilaciones sobre mi actitud hacia los demás que me hundían y me paralizaba. Rehuía de los corrillos de chicos y chicas que se formaban antes de las clases o después de éstas. Evitaba eventos festivos, excursiones durante el curso, también estupendas chicas a quienes les interesaba. Estaba aislado de la realidad. Leer más…